martes, 18 de febrero de 2014

La Procesionaria del Pino: Una Urgencia Veterinaria

A partir del mes de febrero hasta primeros de abril la PROCESIONARIA DEL PINO o thaumetopoea pityocampa supone un PELIGRO para nuestras mascotas ya que en ésta época se produce la fase en la que las orugas descienden desde el nido al suelo en forma de procesión para enterrarse y seguir con su ciclo biológico. En invierno podemos ver los nidos en forma de bolsas blancas en las ramas de los pinos.



Las orugas tienen en su superficie pelos urticantes que tienen una toxina o veneno llamada thaumatopina que se libera al clavarse el pelo en la piel o las mucosas produciendo una fuerte reacción alérgica con inflamación edematosa y necrosis o muerte del tejido.


Los perros, y ocasionalmente los gatos, pueden verse afectados de diferentes maneras:
  • Por contacto directo  con los pelos urticantes al ir a curiosear las orugas. Es por ello que la zona más afectada es la boca, sobre todo la lengua.
  • Al desprenderse los pelos  y flotar en el aire provocando, por ejemplo, irritaciones en los ojos.
  • Al caerse los nidos al suelo liberándose pelos en el entorno.


Los SINTOMAS que podemos observar son:
  • Nerviosismo, debido al pico y malestar.
  • Excesiva salivación.
  • Prurito facial: se tocan la boca con las patas o restregar la cabeza sobre el suelo.
  • Hinchazón de labios, ojos, lengua o cabeza en general.
  • En casos más graves se puede producir shock anafiláctico y asfixia pudiendo producir la muerte del animal o necrosis de la lengua con caída de la zona afectada.




TRATAMIENTO
Se trata de una urgencia veterinaria por lo que debemos de acudir a un veterinario lo antes posible, cuánto antes se instaure el tratamiento mejor será el pronóstico. Lo que sí podemos hacer mientras llegamos es lavar la lengua o zona afectada con agua caliente ya que el calor destruye la toxina. Nunca tenemos que frotar la zona afectada porque si hubiera algún pelo lo romperíamos liberando la toxina.

PREVENCION
Evitar pasear por zonas de pinos en los meses de febrero a abril y fijarnos bien en los árboles por si vemos los típicos nidos.
Si hay nidos en nuestra propiedad, debemos podar y quemar las ramas que tengan nidos protegiéndonos bien los ojos y las manos, teniendo cuidado de que el nido no caiga bruscamente y no hacerlo en días de viento (así evitaremos el desprendimiento de pelos). 


Os dejo un vídeo de Consulta Difusión Veterinaria a modo resumen:




Sandra Nave Tormos
Veterinaria Col. A-1240